Es una curvatura lateral de la columna vertebral que ocurre con mayor frecuencia durante el período de crecimiento anterior a la pubertad. Aunque puede presentarse a causa de afecciones como la parálisis cerebral infantil y la distrofia muscular, se desconoce la causa de la mayoría de los casos de escoliosis.
En su mayoría, los casos de escoliosis son leves; sin embargo, algunos niños manifiestan deformidades en la columna vertebral que continúan empeorando a medida que crecen. La escoliosis grave puede ser incapacitante. Una curvatura especialmente grave en la columna vertebral reduce el espacio dentro del pecho, lo cual dificulta el funcionamiento correcto de los pulmones.
Se realiza un control minucioso, generalmente mediante radiografías, en los niños que tienen escoliosis leve para ver si la curvatura empeora. En muchos casos, no es necesario un tratamiento. Algunos niños deben usar dispositivos de inmovilización para suspender la progresión de la curvatura. Otros pueden necesitar cirugía para evitar que empeore la escoliosis y para enderezar los casos graves de escoliosis.
Síntomas
Los signos y síntomas de la escoliosis pueden ser:
- Hombros desparejos
- Un omóplato que parece más prominente que el otro
- Cintura despareja
- Un lado de la cadera es más alto que el otro
Si la curvatura producida por la escoliosis empeora, la columna vertebral también rotará o girará, además de encorvarse de un lado a otro. Esto hace que las costillas de un lado del cuerpo sobresalgan más de un lado que del otro.
Cuándo consultar al médico
Visita al médico si notas signos o síntomas de escoliosis en tu hijo. Sin embargo, las curvaturas leves pueden formarse sin que el padre o el mismo niño lo sepan, dado que se manifiestan gradualmente y, por lo general, no producen dolor. En ocasiones, los maestros, los amigos y los compañeros de equipo deportivo son los primeros en notar la escoliosis en un niño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario